Mushroom-mix

Beneficios para la salud de los hongos medicinales

Julia Valiente

¿Por qué tanto interés por los hongos?

¿Cómo es posible que los hongos hayan tardado tanto tiempo en ser investigados por la ciencia cuando hace miles de años que nuestros ancestros ya conocían sus propiedades? Encontramos cierta lógica cuando pensamos que hay hongos que pueden curarte, otros matarte y algunos enviarte a un viaje místico. Cuando los efectos de una familia de botánicos son tan potentes y dispares entre ellos es lógico que infunda cierto respeto y su estudio se postponga en el tiempo. Afortunadamente para todos nosotros esto está cambiando.

El aumento del interés no solo está relacionado con la profunda historia cultural de su uso, sino que también se debe a los métodos modernos de cultivo de tejidos de micelio y a los nuevos métodos para probar la actividad de los componentes individuales y sus sinergias. Gracias a estos estudios ahora sabemos que lo hongos fabrican sustancias nuevas y exclusivas con un alto valor medicinal. Nuestros ancestros ya sabían que los hongos pueden ser reservorios profundos de medicinas poderosas y ahora la ciencia reafirma esta sabiduría popular.

Sabemos que Ganoderma lucidum (Reishi) tiene al menos 16.000 genes que codifican más de 200 000 compuestos, de los cuales 400 son "componentes activos".

Los hongos son pequeños laboratorios farmacéuticos que producen una gran variedad de compuestos únicos, ofreciendo un vasto potencial para ser explorado. Está claro que los hongos no desarrollaron sus propiedades únicas para convertirse en sustancias medicinales para los humanos, sino para defenderse de sus propios depredadores. Sin embargo, las sustancias químicas que producen también benefician a los humanos, lo que probablemente no es casualidad. A lo largo de la evolución humana, aquellos que aprendieron a utilizar los hongos y plantas como medicinas tenían más probabilidades de sobrevivir a enfermedades y reproducirse, para ello no solo era necesario reconocer qué hongos eran beneficiosos y seguros y cuales no, si no también reaccionar apropiadamente a sus compuestos. A lo largo del tiempo fuimos desarrollando receptores de reconocimiento de patrones específicos a otras moléculas no humanas. Por ejemplo, los betaglucanos de los hongos activan nuestro sistema inmunológico y es asombrosa la diversidad de respuestas a otros compuestos, mayor que la que tenemos a las plantas. Esto se debe a que los humanos estamos más emparentados con los hongos que con las plantas. Por eso, es posible que nuestros cuerpos respondan mejor a las sustancias producidas por los hongos, lo que explica por qué sus efectos medicinales en humanos son tan potentes y variados

Además, los hongos son una parte clave de los ecosistemas y entender su papel en la naturaleza es clave para comprender su efecto terapéutico. Estamos viviendo una revolución científica sobre los hongos medicinales, algo que nuestros ancestros seguramente celebrarían.

 Foto por: Andrew Ridley